Exigen justicia por la muerte de Carlos; fue detenido y murió en el Cuartel de San José.

Presentaba moretones en cuerpo y cara.

Xalapa-Enriquez, Ver.- Visiblemente tristes, familiares y amigos piden justicia para Carlos que dejó en la orfandad a cinco niños, entre ellas una menor de edad con apenas ocho días de nacida.

Familiares comentaron que Carlos era una persona responsable a su trabajo, dedicado a la serigrafía y al vinil, tenía algunos meses de haber salido de un centro de rehabilitación de Alcohólicos Anónimos y se encontraba en el mejor de los ánimos para seguir adelante y darle una vida digna a sus hijos.

Sin embargo, el destino decidió escribir otra historia, según versión de la familia el pasado viernes Carlos salió a realizar un trabajo de vinil y el sábado 2 de Mayo le mando un mensaje de WhatsApp a su mamá, alrededor de las 10:37 am, donde le avisaba que llegaría a las 12:00 hrs de ese mismo día a su casa.

Después de algunas horas, los familiares se dieron cuenta que Carlos Andrés había realizado un video en su cuenta personal de Facebook, donde se le ve recorrer el fraccionamiento Los Cántaros y se le escucha decir “me quieren secuestrar”.

Pasadas la horas los familiares deciden realizarlas llamadas a al número de emergencias y de la policía, sin embargo no lograron saber de su paradero, angustiados empiezan a circular una fotografía con sus datos generales, para que alguien que lo hubiese visto les informara.

Cabe destacar que vecinos de dicho fraccionamiento, realizaron el reporte al número de emergencias 911 mencionando que un sujeto en aparente estado de ebriedad, caminaba y tomaba fotografías a las casas y más tarde confirmaron que había realizado destrozos a la tienda Fasti que se ubica a la entrada de dicho complejo habitacional.

Minutos más tarde elementos de Seguridad Pública y de la Fuerza Civil, arribaron al fraccionamiento y realizaron la detención, incluso en el video que circula en redes sociales se logra ver que los elementos lo rodean y prosiguen con su detención.

Durante el domingo, la madre del occiso, recibió una llamada por parte de la Fiscalía General del Estado, donde le comentaron que fuera a reconocer el cuerpo de su hijo, sin embargo la madre no entendía lo que sucedía, pues desconocía que había pasado con su hijo y solo se limitó a preguntar; ¿Pero que pasó?.

Al llegar a las instalaciones de la Fiscalía General, fue atendida por una una persona que le notificó que su hijo había fallecido en el Cuartel de San José a causa de un infarto, posteriormente le muestra unas fotografías y nota que su hijo se ve severamente golpeado de la cabeza y cuerpo, la madre insiste en que su hijo se encontraba bien de salud y no murió de un problema del corazón.

Y es que después del video publicado por donde se puede ver el momento de su detención, se puede observar que Carlos no estaba golpeado antes de que se lo llevaran a San José, por lo que si madre insistió en que su hijo murió por los severos golpes que le habían causado.

Ante ello los familiares se trasladaron a las oficinas de Servicios Periciales a reconocer el cuerpo, donde se los entregaron cerca de los 9:00 de la noche, sin embargo sus pertenencias como la cartera y sus objetos se valor no aparecieron, solo la ropa que traía puesta a la hora de su detención.

La familia comentó que en Servicios Periciales tienen un documento donde les notificaron que su familiar murió en el Cuartel de San José, debido a un infarto al miocardio con múltiples traumatismos.

Con todos estos elementos y pruebas que logró reunir la familia, interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, en contra de quien resulte responsable por estos actos atroces que le arrebataron la vida a Carlos, por lo que exigen que no quede impune.

Ya en la madruga de este lunes cuando el cuerpo de Carlos Andrés llegó su domicilio para ser velado, en la colonia Rafel Lucio donde amigos y vecinos comentaron llenos que policías pasaron frente al domicilio y les mentaron la madre, haciéndoles señas obscenas, por lo que hubo momentos de tensión, dado la insistencia de los uniformados que se burlaban de los asistentes del velorio.